PÁGINAS

3 ago 2013

REHABILITACIÓN ENERGÉTICA = AHORRO ECONÓMICO

Más del 70% del parque inmobiliario español fue construido antes del año 1979, año en el que entró en vigor la NBE-CT-79, por lo que la calidad constructiva a nivel energético (el caso que nos ocupa) de estas edificaciones presentan un importante deficit respecto a las nuevas construcciones, marcadas estas por la actual normativa, el CTE.

Esto se traduce en un consumo energético y económico para mantener las condiciones de confort en el interior de estas viviendas, tanto en invierno como en verano, sobredimensionado.

¿Qué medidas se pueden adoptar para reducir el consumo energético (y económico) de los hogares?

Una de las mejores medidas consiste en aislar térmicamente la envolvente de nuestros edificios.

Aislar térmicamente una vivienda consiste en lograr que los elementos en contacto con el exterior aumenten su resistencia al paso del calor.

Esto se consigue incorporando materiales aislantes en muros exteriores, cubiertas, suelos, tabiques y huecos.

Aislamiento de paredes exteriores

Este tipo de aislamiento permite eliminar puentes térmicos causados por vigas, previniendo la formación de condensación. Además reduce las variaciones de temperatura con el exterior, mejorando la capacidad térmica del edificio.

Aunque el coste inicial en este tipo de aislamiento es bastante elevado está inversión se rentabiliza en los dos primeros años.

Aislamiento de cubiertas

Un buen aislamiento en la cubierta podría llegar a suponer un ahorro energético del 20%.

Ventanas

Otras zonas de la casa que hay que cuidar para frenar la pérdida de calor son las puertas y las ventanas. Aunque el grosor de los muros determina el calor que se escapa de una vivienda, si puertas y ventanas están mal ajustadas, es más fácil que el calor se escape por alguna rendija o, en el caso de las ventanas, a través de los cristales. Una solución son las ventanas de doble acristalamiento y rotura de puente térmico, que pueden reducir hasta en un 70% la pérdida de calor, o colocar unos burletes para sellar cualquier fuga de aire.

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Todas estas medidas suponen un ahorro energético y por consiguiente un ahorro económico. Debe tener en cuenta que la rehabilitación térmica se paga por si sola. El coste que suponga acometer esta rehabilitación se verá compensado en una menor factura de energía.